domingo, 17 de diciembre de 2017

Precisión, la justa


¿Tiene sentido decir que en esta habitación hace 25,48765ºC? Suena raro ¿verdad? Y tanto. Con ese nivel de precisión la habitación no tiene una temperatura sino muchas. Cerca de la ventana la temperatura es más baja y cerca del radiador más alta; justo pegado a la bombilla mucho más alta, pero en un espacio muy pequeño…

Ya que nos ponemos precisos tendríamos que acudir a la definición de temperatura y, sin entrar en demasiados detalles, podemos decir que  la temperatura es una propiedad de un “sistema en equilibrio térmico”, una porción del espacio en la que no hay intercambios de calor entre sus partes.

La habitación no es un sistema en equilibrio térmico porque los sistemas termodinámicos no existen, como no existen los círculos o las líneas, todo eso son idealizaciones. No existen en sentido estricto pero resultan útiles en multitud de ocasiones en las que que la realidad se parece a ellas suficientemente. Y la habitación se parece a un sistema termodinámico, o no, dependiendo de la resolución con que la miremos, con lo “pixelado” de la imagen.



Considerando una aproximación de un grado centígrado (25), o quizá hasta medio (25,5), una habitación es razonablemente parecida a un sistema termodinámico, entonces la temperatura del sistema, de la habitación completa, tiene sentido. Todo correcto; y por eso nunca nos extrañó decir que aquí hace 25 grados. En cambio si miramos con una precisión de millonésima de grado la habitación está lejísimos de ser un sistema termodinámico en equilibrio, la temperatura de ese espacio no está definida, y nada tiene sentido.

A veces nos dicen que no hay que usar demasiados decimales porque no son estadísticamente significativos. Pero como acabamos de ver hay veces en que no son significativos en absoluto. Así que a ver si nos esforzamos en no pasarnos de listos pasándonos de precisos.

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